Para la 31° Caminata y Carrera Rays of Hope (Rayos de Esperanza) hacia la Cura del Cáncer de Mama, el domingo 27 de octubre resultó ser un día fresco y brillante, un día perfecto para luchar contra el segundo cáncer más común en las mujeres.
Los caminantes y corredores tomaron las calles de Springfield, comenzando en Temple Beth El en Dickinson Street. Unas 200 personas corrieron la carrera de 5 km, mientras que unos 15,000 participantes caminaron el recorrido de 2 km.
Lo que comenzó como una pequeña recaudación de fondos con alrededor de 500 personas corriendo y caminando se ha convertido en el evento más grande y exitoso del oeste de Massachusetts.
Todo comenzó cuando Lucy Giuggio Carvalho le hizo una propuesta a un ejecutivo de Baystate Medical hace años. En sus 31 años, Rays of Hope ha recaudado más de 17.2 millones de dólares para la investigación del cáncer de mama y programas para ayudar a las víctimas y sobrevivientes.
“Yo tenía cáncer de mama y trabajaba en Baystate en ese momento,” dijo Carvalho sobre el inicio de Rays of Hope. “Yo tenía problemas para entender cómo funcionaba el sistema y yo era enfermera. Recuerdo que dije: ‘Tenemos que hacer algo.’”
Fue entonces cuando ella presentó su propuesta al entonces presidente de la corporación médica y nació Rays of Hope.
“El dinero recaudado aquí se destina a programas de investigación y programas de apoyo a las sobrevivientes del cáncer de mama a través de Baystate Health Systems y de programas comunitarios como Cancer House of Hope,” ella afirmó.
Carvalho es una mujer pequeña pero feroz que encuentra significado en su trabajo con Rays of Hope, incluso tres décadas después.
“Este año, yo me di cuenta de algo sobre la caminata. Me di cuenta del impacto de la esperanza, que es lo que dio inicio a todo esto, pero también de la importancia del amor. La esperanza nos ayuda a seguir adelante, pero el amor nos sostiene. Eso siempre está con nosotros. Ese fue el apoyo que recibí cuando tuve cáncer de mama de mi familia y amigos, pero simplemente lo estamos transmitiendo a todos los demás en la comunidad. Eso es apoyo comunitario, amor y espíritu.”
El cáncer de mama es la segunda forma de cáncer más frecuente en las mujeres, superada únicamente por el melanoma o el cáncer de la piel. Cada año, más de 300,000 mujeres son diagnosticadas con algún tipo de cáncer de mama en los Estados Unidos. Una de cada ocho mujeres se enfrentará a la enfermedad en algún momento de su vida.
La detección temprana puede desempeñar un papel muy importante en las tasas de supervivencia. Cuando se detecta en las primeras etapas, la tasa de supervivencia a cinco años es del 99%, según la Fundación Nacional del Cáncer de Mama.
Midge Thulin entiende el amor del que habla Carvahlo. Hace 26 años a ella le diagnosticaron cáncer de mama.
“Cuando a mi me dieron el diagnóstico, yo me quedé paralizada,” ella dijo. “Menos mal que mi marido estaba conmigo, porque no escuché ni una palabra después de que el médico me lo dijo.”
Su oncólogo logró incluirla en un ensayo clínico para un fármaco en auge llamado Taxol, que ahora forma parte del tratamiento de quimioterapia estándar para el cáncer de mama.
Thulin dijo que una mujer que enfrenta un nuevo diagnóstico de cáncer de mama necesita encontrar ese amor y apoyo del que habló Carvahlo.
“Tu necesitas un sistema de apoyo, porque no quieres pasar por esto sola,” ella dijo. “Tu necesitas a alguien que te acompañe cuando vayas al consultorio del médico, necesitarás a alguien que te acompañe cuando te sometas a quimioterapia o cirugía, o radioterapia. Asegúrate de no pasar por esto sola y no te obsesiones con eso. Eso es muy difícil.”
Todo el dinero recaudado por Rays of Hope permanece en el oeste de Massachusetts y es administrado por el Baystate Health Foundation para beneficiar a los pacientes y sus familias.
Traducido por Damaris Pérez Pizarro